La Natación adaptada como deporte requiere un entrenamiento exhaustivo, regular y sacrificado. Para practicarlo, es necesario seguir una técnica adecuada y contar con medios y profesionales preparados para que no se produzcan lesiones ni se realicen movimientos inadecuados que puedan perjudicar al deportista con discapacidad.
En lo concerniente a la competición, existen distintas categorías. Es muy difícil enfrentar a personas que presentan distintos tipos de discapacidad de forma que puedan competir en el máximo de igualdad de condiciones posible. Por ende existen 10 categorías en natación adaptada que abarcan desde la mayor discapacidad (S1) hasta la menor afectación (S10). A parte de las mencionadas categorías, los grupos de nadadores se diferencian según el tipo de discapacidad (física, visual, parálisis cerebral y otros).